Carlos Serres

Viñedos desde las alturas

Algo tiene contemplar la tierra a vista de pájaro que cautiva. Quizás sea esa otra perspectiva única que nos ofrece el ingenio humano para disfrutar de aquello a lo que, con los pies en el suelo, no prestamos atención. Tal vez también tenga algo que ver esa increíble sensación de sentirnos pequeños entre tanta inmensidad. O tal vez, simplemente, enamore ese espejismo de sentirnos pájaros a pesar de no serlo. Ese increíble sueño inalcanzable para el ser humano.

Sea por el motivo que sea, algo tiene de irresistible contemplar la tierra desde el aire. Una manera de mirar que, en nuestra tierra, cobra un carácter todavía más singular. Y es que solo así podemos hacernos una idea real de hasta qué punto la historia del vino de Haro impregna cada centímetro cuadrado de la ciudad y sus alrededores. Una forma, también, de entender por qué todavía hoy Haro vive íntimamente ligado a la bebida por excelencia de la historia del hombre.

Para ello, nada como descubrir Haro desde el aire. Desde un globo aerostático. Descubriendo, así, por qué Haro es la Ciudad del Vino.

EL PAISAJE DE NUESTROS VIÑEDOS

El paisaje de los viñedos es ya, en sí mismo, espectacular a pie de calle. Un juego de colores, volúmenes y vida que podemos disfrutar en cualquier época del año. De maneras diferentes, con tonos distintos. Un espectáculo igual de atractivo para los sentidos, vayamos cuando vayamos.

Sin embargo, sobrevolar Haro es poder contemplarlos de una manera asombrosa. Solo así es posible darse cuenta de que la ciudad está rodeada de más de 600 hectáreas de viñedo. Una extensión que da debida cuenta del resultado de cientos de años de cultivo y mimo de la vid como lo que es. Uno de los tesoros más preciados de una tierra que vive para y por el vino.

Barricas vinos de Haro

Sobrevolar Haro es, también, la oportunidad de ver desde el aire su entramado de bodegas. Unas que, como las de Carlos Serres, dan debida cuenta de la increíble unión del municipio con el vino en su presente pero, también, en su pasado.

VUELO EN GLOBO POR EL CIELO DE HARO

Uno de los encantos de volar en globo sobre Haro es descubrir todo lo que lo rodea. Es ver el amanecer sobre sus viñedos, descubrir los campos de trigo de sus alrededores, el arbolado de sus proximidades e, incluso, ese río Ebro que marca de manera inherente su carácter. Una manera excepcional de empaparse de una tierra única.

Y es que, por increíble que pueda parecer, sobrevolar Haro en globo no deja de ser una manera diferente de sumarse al enoturismo en La Rioja. Una visión de nuestra tierra que bien puede ser un complemento a descubrir las rutas gastronómicas de Haro. Una forma excepcional de descubrir a qué sabe nuestra tierra, ya sea en un plato o en una copa.

Otra manera de entender la historia de nuestra tierra. Una forma única de hacer de una visita a Haro una simplemente inolvidable.