Carlos Serres

El enoturismo: una manera distinta de viajar

Dicen que hay tantas maneras de viajar como viajeros, y tantos viajeros como intereses personales existen. Quizás por eso, el mundo del vino no podía quedarse fuera de otra manera muy singular de viajar: el enoturismo. Una forma de aprovechar el tiempo de ocio para adentrarse todavía más en la cultura del vino, conociendo más de su presente pero sobre todo de su pasado.

Desde hace algunas décadas, el enoturismo ha cobrado fuerza consolidando el turismo del vino como uno de los principales atractivos para viajeros nacionales pero, sobre todo, internacionales. Unos que han puesto sus ojos en la riqueza y diversidad de las regiones vitivinícolas de España como objetivo de sus viajes no solo para conocerlas sino, fundamentalmente, para vivir las experiencias que traen consigo.

Y es que ya no queremos únicamente viajar. Además, el turismo del vino abre las puertas a la experimentación y el arte de la cata. A acompañar el viaje no solo de caldos sino, también, de otros sabores propios de una zona.

A vivir con los cinco sentidos e intensidad la personalidad de una determinada tierra.

¿QUÉ ES EL ENOTURISMO?

También llamado turismo enológico o turismo el vino, el enoturismo no es solo una manera de viajar para amantes de los caldos. También ha sabido captar a un público mucho más amplio, que incluso más que por el vino se suma a esta tendencia turística por lo que implica.

Y es que no hablamos solo de ir a una determinada zona de producción de vino y probarlo sino, también, de descubrir sus instalaciones, sus viñedos, su historia y sus procesos de elaboración. De participar, en caso de viajar a finales de verano o comienzos del otoño, de la vendimia. De vivir, en suma, un auténtico viaje dentro del viaje a los cimientos de una determinada bodega o zona de vinos.

racimos de uvas Carlos Serres

Al igual que el vino se debe a la tierra, el enoturismo también. Es precisamente ese sentimiento de pertenencia a una zona y la personalidad que imprime parte del atractivo de esta forma de viajar. El vino se conjuga con la cocina como parte del disfrute del enoturismo, poniendo en valor la gastronomía de una determinada zona acompañada de los caldos de la tierra. Se une con la cultura del vino que marca el lugar, permitiendo descubrir rutas de carácter histórico o cultural. Abre las puertas al deleite de los parajes naturales que rodean la zona productora de vino, incitando a vivir y disfrutar la calma que regala el turismo rural.

Una forma, en suma, de sumergirse en un estilo de vida, en un presente deudor del pasado, y en los sabores que una tierra nos brinda para el deleite.

ENOTURISMO EN ESPAÑA

Por su increíble riqueza vitivinícola, España es uno de los países de destino preferidos por los amantes del vino. Un país que ofrece más de 20 rutas de enoturismo diferentes a lo largo y ancho de nuestra geografía que demuestran la variedad y riqueza de municipios íntimamente ligados con el vino.

Vinedos otono Haro Carlos Serres
Vista de los viñedos de Carlos Serres en otoño

De la misma manera que cada vino tiene su propia personalidad también lo tienen cada una de estas rutas, certificadas por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN). Un organismo que cada año, en colaboración con el Ministerio de Agricultura y Pesca, publica esta selección de rutas del vino españolas con sus novedades. Y es que la innovación de servicios y propuestas de las distintas zonas del vino de España no es más que una mejora constante. Una forma única para resultar cada vez más atractivas al viajero. Por ser el destino elegido.

Y de entre todas las rutas del vino de nuestro país, La Rioja continúa siendo uno de los destinos por excelencia del enoturista. Algo que no solo es fruto de la fama internacional de su producción de caldos sino, también, de la tradición vitivinícola que la acompaña desde tiempos inmemoriales.

ESCAPADAS A HARO

Haro es la Ciudad del Vino por antonomasia. Un municipio ligado en el pasado y en el presente de tal manera al vino que, todavía hoy, puede sentirse su tradición y su actualidad a cada paso que se da por la ciudad. No solo está rodeada de viñedos y continúa siendo el lugar del mundo con mayor concentración de bodegas centenarias. Además, sus calles son el reflejo de ese pasado humano que va de la mano del vino desde hace siglos.

Atribución | Haro Turismo

Visitar Haro es comprender el peso que la tierra tiene en un municipio en el que incluso sus calles rinden tributo al vino. No solo se puede disfrutar simplemente paseando del museo vitivinícola al aire libre sino que, además, la ruta de los palacios de Haro también nos permitirá hacernos a la idea de esa fértil economía que trajo consigo el despunte de sus vinos gracias a la plaga de filoxera francesa del siglo XIX.

Dos pinceladas de la increíble oferta de turismo de Haro para quienes buscan disfrutar de La Rioja Alta con el paladar pero, también, con el resto de sentidos.