Carlos Serres

Rutas gastronómicas de Haro

Aunque el vino es el emblema por excelencia de La Rioja, no es el único que representa a nuestra tierra. De su mano va la gastronomía riojana: una que no solo rinde tributo a los productos de la zona sino que, además, se postula como la compañera perfecta para disfrutar de los caldos de su tierra. Las rutas gastronómicas de Haro proponen un tándem único que forma parte de la experiencia de descubrir una región que se huele, se bebe y se mastica. Algo que en Haro es todavía más notable por su carácter de Ciudad del Vino.

Basada en los productos de la huerta, los frutos de la matanza y los postres; la gastronomía de Haro invita e incita al visitante a disfrutar de sus múltiples recetas acompañadas de los vinos de la zona. Una forma de saborear plenamente a qué sabe Haro, y que se ha convertido en una parte imprescindible para los miles de turistas que cada año visitan el municipio.

Tal es su peso en el contexto del municipio que Haro cuenta con tres rutas gastronómicas para disfrutar de sus sabores. Tres maneras de disfrutar de su cocina y, a la vez, de conocer más a fondo la ciudad. De observar su latido y su vida diaria desde el mejor observatorio posible: delante de un suculento bocado y una buena copa de vino.

Descubramos, pues, las cuatro rutas gastronómicas para saborear Haro.

RUTA PLAZA DE LA PAZ

Rutas gastronómicas de Haro
 Atribución | Wikimedia Commons

Empecemos por el corazón de Haro: la Plaza de la Paz. Uno de los centros neurálgicos de la ciudad, ya que en ella está situado parte de su patrimonio cultural. Desde cualquiera de los locales que pueblan el espacio podremos divisar el Ayuntamiento, el Palacio de Bendaña y el museo de arte contemporáneo. Además, en este espacio podemos encontrar una de esculturas del museo vitivinícola al aire libre que puebla la ciudad: la que rinde homenaje al oficio de limpiador los zapatos. Una elección que no se ha hecho a la ligera sino que era precisamente ese lugar antaño el que reunía a gran parte de quienes lustraban el calzado en la ciudad.

Tanto de día como de noche, el bullicio forma parte de esta plaza del municipio en la que podemos disfrutar de buenos vinos y buena mesa; o dejar correr el tiempo entre conversaciones delante de un café.

 

RUTA DE LA HERRADURA

Rutas gastronómicas de Haro
 Atribución | Wikimedia Commons

Calles sinuosas llenas de vida, de locales que abren sus puertas y sus sabores al viandante. Así es la llamada Herradura de nuestra ciudad: un trazado de callejuelas en torno a la Plaza de la Iglesia, San Martín y Bilibio que, a vista de pájaro, tiene esta singular forma. Mirándola como todos los mortales a ras de suelo, la Herradura es uno de los lugares con más encanto de Haro tanto por lo singular de sus callejuelas como por el ritmo que se respira en ellas.

Una zona de la ciudad para perderse de bar en bar tal y, como marca la tradición, recorrer una calle completa sin dejar un solo local sin visitar. Una oportunidad fantástica para saborear la ciudad también a través de sus originales pinchos, que suponen auténticos bocados de muchos de los platos típicos de la zona. Una zona para disfrutar siempre con una copa de vino en la mano; o para curiosear en las muchas enotecas que acompañan a los bares y restaurantes de la zona.

Rutas gastronómicas de Haro
 Atribución | Haro Turismo

El culmen de esta ruta es la Plaza San Martín. Un espacio que aglutina algunos de los restaurantes más típicos y con más solera de la ciudad; y que también es oportunidad para continuar con nuestra ruta cultural, ya que otra de las visitas obligatorias de Haro, la Parroquia de Santo Tomás, se encuentra muy próxima.

 

RUTA NOCTURNA

Y, al caer la noche, Haro muestra su otra cara. Una que supone una auténtica transformación, ya que las mismas zonas en las que hemos disfrutado de aromas y sabores se visten de nocturnidad para ofrecer un bullicioso y animado ocio nocturno. Una manera de vivir plenamente la ciudad con toda la personalidad que la caracteriza.