Carlos Serres

Fermented Fashion: ropa fabricada con vino

El mundo del vino no tiene límites. No solo hablamos de una bebida que ha acompañado a la Humanidad a lo largo de los siglos. También lo hacemos de un auténtico motivo de culto que no se conforma con cautivar nuestros sentidos. Su protagonismo es tal que ha logrado hitos tan memorables como tener su propio turismo, el enoturismo; o enamorar a celebrities que se transforman en famosos que también producen vino.

La lista de oportunidades que brinda el vino es extensa. Y se ha visto recientemente engrosada con una que parece simplemente imposible: la Fermented Fashion. O, dicho de otra manera, la creación de ropa a partir de vino. Algo que, a priori, no deja de resultar desconcertante. ¿Cómo algo líquido puede transformarse en sólido y servir para vestirnos?

Una duda que hoy queremos resolver para que conozcas un poco más de una tendencia que podría extenderse en nuestro mundo actual.

¿QUÉ ES LA «FERMENTED FASHION?

Entremos en detalle para comenzar a despejar la duda. Para empezar, es importante saber que el nacimiento de la Fermented Fashion responde a una necesidad de sostenibilidad. A la búsqueda incansable de nuevos tejidos y materiales que permitan ser más respetuosos con nuestro medio ambiente. Una iniciativa para mimar al Planeta que nació en un laboratorio de investigación de la Universidad de Australia Occidental.

Qué es la Fermented Fashion

La Fermented Fashion tiene un padre: Gary Cass. Un investigador que descubrió cómo una bacteria podía transformar el vino en un material que bien podría sustituir tejidos tan importantes como el algodón. Una fibra natural que podría tener su relevo natural en esta singular piel fabricada con vino.

Pero vayamos a cómo funciona la Acetobacter, la batería descubierta por Cass y responsable de esta peculiar transformación. Mezclada con el vino en las cubas, logra convertirlo en vinagre de una manera gradual. Gracias a esta singular fermentación, se crea una capa superficial que cubre el líquido. Una que, con el tratamiento adecuado, puede convertirse en una segunda piel. En ese tejido sostenible que cubra nuestro cuerpo, y que sea fácilmente reciclable.

¿CÓMO FUNCIONA?

Comprendido cómo es el proceso químico que permite transformar el vino en sólido, queda comprender cómo se hace este singular tejido. Curiosamente, esa capa de la que hablábamos se coloca y se seca sobre un maniquí infalible. Este punto del proceso es delicado, ya que es justo aquí cuando el diseñador puede dar forma definitiva a la prenda.

Cómo funciona la Fermented Fashion

Una vez la «piel de vino» tiene la forma deseada, se deshincha el maniquí. Es momento de dejar secar, y de hacer las últimas correcciones finales del diseño antes de que se endurezca.

Por increíble que pueda parecernos, la Fermented Fashion ya ha comenzado a ser testada por distintos modistos para ver las posibilidades del tejido. Y, aunque todavía le queda mucha andadura, ya ha dado forma a camisetas, vestidos y ropa de baño.

Tan solo le queda salvar un último escollo: contar con una mayor resistencia de la que tiene. Un detalle que ya está a examen en los laboratorios de investigación, y que podrían cambiar nuestra idea de los tejidos en un plazo muy corto de tiempo.