Carlos Serres

Carlos Serres, producción de vino con Historia

Innovadora y dispuesta a romper con lo establecido. Así fue la nueva manera de producción de vino que, con la llegada de Carlos Serres, se implantó en La Rioja. Un estilo traído de Francia y que marcó un auténtico punto y aparte en la producción de vino en España.

Y es que cuando en 1896 este asesor de los grandes viñedos de Burdeos fundaba, tras años de trabajo, su bodega en Haro lo hacía de una manera singular: bajo la calificación de comerciante-exportadora de vino.

Una figura comercial que, hasta entonces, no existía en la producción de vino y que sentaba las bases de la vocación internacional de Bodegas Carlos Serres desde el momento de su nacimiento.

A esta declaración de intenciones le acompañaba otro aspecto revolucionario en la producción de vino de Haro: la implantación del estilo bordelés en la producción de vino.

UNA NUEVA MANERA DE PRODUCCIÓN DE VINO

Conocedor del estilo de la producción francesa, Carlos Serres apostó por utilizar los mismos métodos de elaboración de vino que se llevaban a cabo en Burdeos. Unos con resultados de excelencia (estos vinos eran, en la época, los mejores del mundo), y que se postulaban como perfectos, dadas las similitudes del suelo de Haro con el de Burdeos.

Así, la bodega de Carlos Serres inició una manera hasta entonces desconocida en la producción de vino implantando las técnicas de crianza del vino tan populares en Francia. Algo desconocido entonces en La Rioja, criar el vino en busca de caldos más complejos, que se apoyaba en dos aspectos técnicos fundamentales.

Por un lado, en la micro-oxigenación de este primer caldo. Un sistema de preservación de los aromas y notas frutales que se consigue, todavía hoy, gracias al reposo del vino en depósitos de hormigón. Unos depósitos que, gracias a su porosidad, permiten una entrada controlada de oxígeno.

A este primer paso le sigue el descanso del vino en barricas de roble francés y americano, que aportarán los matices necesarios para redondear un vino y transformarlo de vino joven a criado.

Una manera de hacer que, un siglo más tarde, se mantiene con fidelidad a sus orígenes.

EXPORTAR, SU GRAN APORTACIÓN

Pero, más allá de aspectos técnicos en la elaboración del vino, la auténtica revolución iniciada por Carlos Serres fue su particular manera de concebir el negocio. Lejos de conformarse únicamente con la producción de vino para dar servicio al mercado nacional o al francés (aquejado de carencia de caldos a consecuencia de la plaga de filoxera), su visión iba más allá de las fronteras de la Vieja Europa.

Una vanguardia empresarial que transformó la producción de vino en La Rioja que, hasta entonces, tan solo daba servicio a la demanda de otras provincias españolas y a lugares muy puntuales de Europa. La perspectiva internacional de Carlos Serres supuso un punto de inflexión en esta manera de concebir un mercado hasta entonces tradicional, llevando el vino de Rioja a países como Cuba y Estados Unidos.

Fue esta internacionalización la que procuró que Carlos Serres tuviera un papel fundamental en la creación de lo que hoy es el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja. Un ente nacido a comienzos del siglo XX con vistas a buscar la garantía de calidad y originalidad de la producción de vino en La Rioja.

Un auténtico aval de excelencia para unos vinos que, como Carlos Serres creía con convicción, estaban dispuestos a sorprender al mundo.

4 comentarios en “Carlos Serres, producción de vino con Historia”

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