Carlos Serres

Maridaje vino y chocolate

Cuenta con tantos amantes como detractores y, si bien ha sido una extraña simbiosis durante décadas, el maridaje de vino y chocolate ha ido imponiéndose con el paso de los años.

No es para menos: curiosamente y a pesar de todo, ambos comparten ciertas cualidades que pueden convertir una degustación conjunta en la perfecta pareja. En una experiencia de sabor en la que equilibrio y deleite se conjugan a partes iguales si sabemos elegir correctamente el mejor vino para cada tipo de chocolate. Algo que no es específico de este alimento dulce, sino que también sucede cuando decidimos combinarlo con otros alimentos. Una razón de peso para que sigamos algunos consejos para maridar con vino y disfrutar de la experiencia.

Lejos de ser enemigos, disfrutar del vino en compañía del chocolate puede ser un auténtico placer. Uno que, para saborear plenamente, implica entender mejor algunas cualidades de cada uno de ellos.

¿POR QUÉ PENSAMOS QUE EL VINO Y EL CHOCOLATE NO MARIDAN?

Hasta hace relativamente pocos años, se creía que maridar vino y chocolate era el equivalente a una bomba de relojería. Sin embargo, las cualidades organilépticas que posee cada uno son las que permiten que podamos disfrutarlos juntos. Conocemos de sobra las características propias del vino. Lo que se conoce menos es que el cacao, al igual que los caldos, cuenta con aromas frutales y florales además de la presencia de la epicatequina: un antioxidante propio de este fruto que refuerza la presencia de los polifenoles del vino.

Maridaje de vino y chocolate

Roto el mito, veamos dos aspectos por los que durante mucho tiempo se consideraba que vino y chocolate no casaban. Por un lado, está la grasa presente en el chocolate. Un ingrediente que le da ese carácter untuoso tan apreciado por los amantes de este producto americano. La presencia de grasa varía según el tipo de chocolate, y también por ello se consideraba que el vino no era la bebida ideal para un maridaje: la grasa en exceso es enemiga del vino, ya que bloquea la capacidad de las papilas gustativas de saborear los matices de los caldos. A pesar de ello, la amplia variedad de vinos permite a día de hoy buscar uno que equilibre su potencia de sabor con la grasa propia de un determinado chocolate.

Por otro lado, la presencia de taninos. El cacao cuenta con esta sustancia, que provoca sequedad y astringencia tanto en el chocolate como en el vino. Cuanto mayor sea el porcentaje de cacao, mayor será la sequedad de un chocolate. Una razón de peso para, de querer maridar vino y chocolate, buscar un caldo que se equilibre en astringencia con este goloso placer.

MARIDAJES QUE VAN BIEN CON EL CHOCOLATE

Antes de pasar a ver de manera pormenorizada cómo maridar vino y chocolate, tenemos que tener en cuenta un aspecto. Cada chocolate cuenta con una determinada composición de cacao, y no hablamos únicamente de la pureza sino más bien de la parte del cacao que se utilice. Así tenemos que contemplar tres aspectos antes de elegir cómo acompañarlo:

  • Pasta de cacao: proporciona sabor y aromas al chocolate. Cuanto mayor sea su presencia, éste será más amargo, oscuro y de sabor más intenso
  • Manteca de cacao: a mayor proporción, más cremoso será el chocolate
  • Azúcar: responsable del dulzor del chocolate.

Para maridar vino y chocolate correctamente, tendremos que conocer la concentración de estos tres aspectos ya que nos estará dando una pista de la intensidad del mismo. Algo fundamental para que elijamos un vino en consonancia, ya que si optamos por maridar un vino potente y con cuerpo con un chocolate delicado no podremos percibir los matices de este último. Algo que también viviremos de elegir un chocolate rotundo para acompañar por un vino ligero.

Maridar chocolate con vino

Por eso, lo ideal es que catemos tanto el vino como el chocolate por separado antes de combinarlos. Una forma de descubrir los aromas, la acidez o el dulzor presentes tanto en el uno como en el otro antes de aventurarnos a disfrutarlos de manera conjunta.

 

Más allá de las particularidades de cada uno, veamos algunas propuestas para maridar vino y chocolate:

  • Chocolate blanco belga: elaborado con un 100% de manteca de cacao. Además, cuenta con un aporte de azúcar y toques de vainilla. Su completa y compleja gama de sabores cremosos hacen que demande un vino fresco y floral, con una acidez equilibrada y un final goloso. Algo que podemos encontrar en vinos rosados como Carlos Serres Rosado. También puede maridarse con vinos blancos y espumosos.
  • Chocolate con leche con, al menos, un 30% de cacao: la presencia de la leche hace que este tipo de chocolates precisen vinos frescos y afrutados. Dependiendo de la procedencia del chocolate, encontraremos unos u otros matices si bien es cierto que los toques de regaliz y mantequilla son casi una máxima de cualquier chocolate con leche de calidad. Para ellos, lo ideal para maridar es decantarse por Carlos Serres Crianza. Un vino que, por alto porcentaje en tempranillo, ofrece notas especiadas entre las que se cuenta también el regaliz.
  • Chocolate negro con más de un 70% de cacao: la gama más amarga del chocolate y su cara más contundente en cuanto a sabor, con toques incluso de café. Suele presentar matices tostados y tonos de fruta madura. Demanda un vino criado de sabor rotundo con notas balsámicas como Carlos Serres Reserva.

 

¿Te animas a maridar vino con chocolate y contarnos tu experiencia?