Carlos Serres

Ermita de San Felices de Bilibio

En un lugar tan impresionante como son los Riscos de Bilibio, se alza uno de los sitios que hay que visitar al menos una vez en la vida. No solo porque la Ermita de San Felices de Bilibio supone un auténtico espectáculo por su ubicación sino, también, porque su ubicación es un auténtico mirador sobre la entrada natural del Ebro en La Rioja.

Un lugar a apenas 6 kilómetros de Haro que no solo acapara protagonismo por tener un pasado histórico singular (imposible no descubrir la historia de San Felices, el santo que daría nombre al pueblo al pie de los Riscos del que hoy no queda más que el recuerdo) sino, también, por ser el enclave elegido para vivir algunas de las citas más importantes de la tradición de Haro.

HISTORIA DE LA ERMITA DE SAN FELICES

Si por algo se distingue este singular lugar próximo a Haro (distinguido como Mejor Rincón de La Rioja en 2014 por la Guía Repsol) es por la historia de San Felices. Un ermitaño que se estableció en los Riscos de Bilibio para llevar a cabo su vida contemplativa.

Lejos de ser un eremita poco considerado, su popularidad ha perpetuado su página en la tradición de la zona. Y es que la historia de San Felices está marcada por un buen número de milagrosas intervenciones y por el que es, quizás, el hito religioso más significativo: fue durante tres años el maestro de San Millán antes de que éste se trasladara a los montes Cogollos.

Ermita de San Felices de Bilibio
Atribución: Commons Wikipedia

Fiel a su existencia incluso en su muerte, San Felices dio estrictas instrucciones de dónde quería ser enterrado: en lo alto de uno de los riscos que le acogieron durante su vida espiritual. Así, en una punta de la peña y al abrigo del ya desaparecido Castillo de Bilibio (del que solo se conserva un muro), reposaron los restos del ermitaño hasta su traslado en el siglo XI.

Algo que no fue excluyente de que en el siglo XVIII se construyera en el mismo emplazamiento una ermita en honor a San Felices y, ya a mediados del siglo XX, una estatua que ejerce de vigía sobre los riscos (y que puede contemplarse incluso de noche, gracias a su iluminación, desde una distancia considerable).

Una espectacular situación para contemplar a vista de pájaro paisaje, viñedos y el magnánimo Ebro que da carácter a la tierra.

FIESTAS DE SAN FELICES DE BILIBIO

Como lugar destacado que es, el entorno de la Ermita de San Felices de Bilibio acoge numerosas celebraciones que entrocan directamente con la tradición y el pasado de la zona.

Por un lado, este es el emplazamiento elegido para celebrar anualmente la singular Batalla del Vino. Una Fiesta de Interés Turístico a la que acuden, religiosamente a pesar de su carácter laico, los jarreros y que supone una honra tanto a su pasado como a su presente ligado íntimamente al vino.

Pero, además de esta cita ineludible que tiene lugar el 29 de junio, septiembre también cuenta con otra imprescindible en la agenda de la zona: la romería a los Riscos de Bilibio. Una peregrinación con la que se recuerda la vida y milagros del santo, y que supone además una cita lúdica para los habitantes de Haro. Una oportunidad de compartir el día entre buena gastronomía, vino y actividades para todos los públicos.