Carlos Serres

Vino Skywalker, la creación de George Lucas para los Jedis

Star Wars cuenta con su propio universo, y no nos referimos únicamente al que vemos en la gran pantalla. Durante más de cuatro décadas, sus andanzas espaciales y futuristas han dado lugar a una auténtica legión de incondicionales de una saga capaz de enamorar a jóvenes y mayores. Nos separan 42 años desde esa primera entrega que, con la última cinta, cierra por completo la tercera de las trilogías.

Sin flecos sueltos, sin más preguntas sin respuesta. Star Wars dice adiós demostrando que el buen cine sobrevive a los años, a los cambios generacionales e, incluso, a las esperas. Una despedida no exenta de nostalgia que, a pesar de serlo, deja su huella en la posteridad. Y no solo con frases tan repetidas a lo largo y ancho del mundo como el mítico «que la fuerza te acompañe». Porque, además de esa inmortalidad propia del celuloide, los amantes de la trilogía más rentable de la historia del cine tienen con qué redimir su nostalgia.

Y es que el creador de Star Wars, George Lucas, ha hilado hasta el último detalle. Algo que le llevó, hace ya un cuarto de siglo, a hacer que ese caballero del espacio caminara por el más terrenal de los escenarios. Nació así su propia bodega de vinos. Una que solo podía llamarse de una manera: Skywalker. Otro nombre sería imposible.

EL VINO SKYWALKER, LA HISTORIA DE UNA AVENTURA CON SABOR A TIERRA

La pregunta es: ¿en qué momento George Lucas decidió comenzar a elaborar vino? A pesar de lo curioso, realmente no es tan excepcional. Y no lo decimos únicamente por esa íntima relación entre los caldos y la gran pantalla, que se traduce en un buen número de películas en las que el vino es protagonista. Lo decimos, también, porque hay un buen número de celebridades que se han enamorado del mundo del vino hasta el punto de hacer sus propios caldos. No hay más que echar un vistazo a los famosos españoles que producen vino para extrapolarlo al resto del mundo.

George Lucas y JJ Abrams
George Lucas, creador de Star Wars, con J.J. Abrams, director de la cinta
Atribución | Joi Ito en Flickr

Historias individuales aparte, la culpa de que George Lucas comenzara su andadura en el mundo del vino también está ligada al cine. Y es que sería su amigo Francis Ford Coppola quien le animara, allá por 1992, a tener sus propios vinos. Unos que, inicialmente, se elaboraron con uvas procedentes de los viñedos del director de cintas tan cruciales para el celuloide como «El Padrino» o «Drácula». Así verían la luz las primeras ediciones especiales de Lucas que, cómo no podía ser de otra manera, hacían claras alusiones al universo Star Wars. No hay más que ver que una de estas primeras tiradas se bautizó como «Viandante del cielo». Sobra decir hasta qué punto se puede leer entre líneas la clara alusión al caballero Jedi por excelencia.

No sería hasta 2002 cuando el primero de los vinos Skywalker nacería como tal. Uno, nuevamente, elaborado con uvas de Coppola; y que supondría el punto de partida de una bodega con los pies en la tierra y la vista fijada en el cielo.

CÓMO SON LOS VINOS SKYWALKER

Lejos de cualquier apariencia, los vinos Skywalker han logrado ocupar su propio lugar en el panorama vinícola estadounidense. Y es que para quienes puedan pensar que se trata únicamente de un producto de marketing, nada más lejos de la realidad. George Lucas se cuidó muy mucho de crear un equipo técnico con experiencia en el mundo del vino para que cada una de sus tiradas, extremadamente limitadas, mimen la calidad.

Vinos Skywalker

El rancho Skywalker está situado en California, la región vitivinícola productora de vino por excelencia del norte de América. Una zona bañada por el sol y una climatología benigna para la elaboración de caldos. Es de esta tierra de dónde nacen, más allá de las ediciones limitadas y puntuales que realiza la bodega, las cuatro creaciones de vino Skywalker de Lucas. Si bien la estrella de la bodega es un Pinot Noir, la casa cuenta con tres caldos más: un rosado, un Chardonnay y un Pinot Noir vintage de 2012 que, a día de hoy, ya es una auténtica pieza de coleccionista.

Porque esa es otra. La accesibilidad de los vinos Skywalker es reducida. Sus tiradas están pensadas, fundamentalmente, para nutrir el mercado norteamericano. Tan solo un 1% de toda la producción se destina a la exportación.

Lo sentimos por esos fans que creían que el vino en Juego de Tronos y sus consiguientes vinos eran una auténtica novedad. Porque está claro que, para cuando estos caldos nacieron, el visionario George Lucas ya llevaba casi una década haciendo del caballero de los cielos uno todavía más inmortal.