Carlos Serres

¿Sabías que el vino tinto protege tus neuronas?

Como compañero que es de la Humanidad, el vino está sometido a análisis constantemente. Algo lógico si tenemos en cuenta el increíble papel que ha tenido a lo largo de la historia. Desde el peso del vino en la mitología a la importancia del vino en la Edad Media: él y solo él ha sido protagonista de excepción. Y quizás, más allá de cualquier otra connotación, lo fuera de manera instintiva para nuestros ancestros por una cuestión de salud.

Sí, de salud. Porque está claro que el vino, consumido de forma responsable, ha formado parte de muchos de los remedios «médicos» de siglos atrás. Algo que, en parte, podría estar respaldado ahora por estudios científicos que revelan algo tan increíble como sorprendente: el vino tinto podría ser un aliado de nuestras neuronas.

No lo decimos nosotros. Lo aseguran las conclusiones de un experimento llevado a cabo por el Instituto de Investigación Virginia Tech Carilion de Roanoke (EE.UU). Un estudio publicado en la revista The Journals of Gerontology, Series A: Biological Sciences and Medical Sciences y que ya ha dado que hablar en todo el mundo. Comprendamos cuál es la base científica para semejante afirmación.

EL VINO ES BUENO PARA TU CEREBRO, LO DICE LA CIENCIA

Decir que el vino tinto es bueno para las neuronas no es hablar de más. Es ceñirse a un estudio realizado con ratones con dos años. Una edad que, en términos de esta especie animal, implica una edad más que avanzada. Con apenas un par de años, el cuerpo de los ratones presenta un desgaste físico y neuronal propio de un animal anciano. Es más: se calcula que su vida media se estima en esos dos años que mencionamos.

El vino tinto protege las neuronas

La razón de elegir como objeto de estudio a estos animales era clara. Los investigadores buscaban descubrir cuáles eran los efectos de un compuesto que podría ser el elixir de la vida, y que está presente en la naturaleza. Comprender esto pasa por saber qué es el resveratrol. Una sustancia que podemos encontrar en frutas como las frambuesas, las moras o los arándanos; y que, también, se encuentra en el vino tinto.

Durante un año, los dos ratones del análisis americano fueron administrados con resveratrol. Algo que pretendía demostrar que esas conexiones sinápticas que unen las neuronas y se degeneran con el tiempo podían mejorar gracias a esta molécula natural y mágica. Los resultados fueron asombrosos: el cuerpo de los ratones presentaba los mismos efectos rejuvenecedores que una buena dieta o el ejercicio.

Como consecuencia de estos resultados, puede decirse alto y claro: el vino puede ser beneficioso para nuestras neuronas. Pero puntualicemos: no cualquier vino, fundamentalmente el vino tinto. Y tampoco cualquier cantidad: tan solo una copa al día.

Así, la próxima vez que te encuentres ante una copa de vino tinto, saboréala sabiendo que está beneficiando a tu cerebro. ¡Hay pocos motivos tan maravillosos para disfrutar de un buen caldo!