Carlos Serres

¿Qué es el resveratrol y para qué sirve?

Valernos de las bondades y beneficios de la naturaleza no es nuevo. A ella hemos de agradecerle, precisamente, poder contar con una amplia farmacopea. Pero la ciencia ha querido ir un paso más allá y, guiándose por esos mismos principios vegetales que se han replicado en los laboratorios para las medicinas que utilizamos, ha ampliado su campo de investigación. Y en esa apertura existe una protagonista de excepción: la uva. Un modesto fruto en apariencia que, de un tiempo a esta parte, copa buena parte de la atención de la comunidad científica.

Más allá de ser una fruta rica en nutrientes esenciales o vitaminas, el fruto de la vid esconde dentro de sí un buen número de sustancias beneficiosas. Y, si bien algunas son conocidas desde hace muchos años, se puede considerar casi un descubrimiento reciente un compuesto natural que forma parte de la uva y que bien podría considerarse fuente de la (casi) eterna juventud. Nos referimos al resveratrol. Una sustancia presente tanto en la uva como en otras fruta, y que podría ser un poderoso antioxidante. Un auténtico aliado para frenar tanto el envejecimiento como la mutación de las células humanas.

Lejos de ser un descubrimiento aplaudido, esta sustancia ha sido capaz de dividir a la comunidad científica. Y es que son tantos quienes definen este singular polifenol como un elixir de vida como quienes aseguran que su capacidad de frenar el envejecimiento celular es, simplemente, fraudulento.

¿QUÉ ES ESTA SUSTANCIA?

Tan interesante como saber qué es resulta ahondar en cómo se descubrió. Pero comencemos por el primer punto porque es ya, de por sí, sumamente singular.

El resveratrol es un polifenol natural presente en determinadas plantas y frutos, siendo estos últimos los protagonistas de excepción en cuanto a concentración. Además de la uva, es posible encontrar esta peculiar molécula natural también en moras y arándanos. ¿Y qué tienen en común estos dos frutos del bosque con la uva? Un aspecto que podría pasar desapercibido pero que, de alguna manera emparenta de manera natural a los tres frutos: su piel. Y es que es ahí, en esa envoltura que ocupa un lugar predominante en la anatomía de la uva, donde es posible encontrarlo. Sobra decir que, de entre los distintos tipos de uva, es en la uva negra la que mayor concentración de esta molécula cuenta.

Qué es el resveratrol

Pero ¿cómo se produce en este trío de frutas? Pues, curiosamente, la presencia de esta molécula natural no es otra cosa que una defensa de la planta. Heridas, sequía, un exceso de calor o, incluso, la presencia de hongos pueden disparar la generación de la sustancia en estos frutos. Este trío antes mencionado no tiene la exclusiva de esta molécula. También podemos encontrarla en las almendras, las nueces, el chocolate negro o las avellanas.

Si ya de por sí este polifenol es curioso, resulta todavía más singular saber cómo se descubrió. Y es que, allá por los años 60 del pasado siglo XX, un estudio sobre hábitos alimenticios realizado en siete países europeos planteó el interrogante. ¿La razón? Un resultado que aseguraba que Francia era el país con mayor salud cardiovascular. Una realidad que alentó múltiples teorías, que llegaron a contemplar el caso con un nombre que lo dice todo: la paradoja francesa. Un sobrenombre lógico si tenemos en cuenta que mantequilla y quesos son máximas de su gastronomía.

Fue precisamente evaluando la dieta francesa como se llegó a la conclusión que dio pie a la investigación sobre el resveratrol. El equilibrio cardiovascular francés se sustentaba en el consumo regular de vino tinto. Un hilo del que comenzar a tirar científicamente hablando, y que llevaría a descubrir qué esta sustancia.

¿PARA QUÉ SIRVE EL RESVERATROL?

Comprendida su función de respuesta inmune en las plantas, toca ver para qué sirve en lo que respecta al cuerpo humano. Y, si bien esto tiene muchas lecturas posibles, hay una manera rápida de resumir su utilidad: esta molécula tiene una increíble capacidad anti envejecimiento. Algo posible gracias a que favorece la activación de unas proteínas denominadas sirtuinas. Unas singulares enzimas capaces de alargar la vida útil de nuestras células.

Para qué sirve el resveratrol

Pero cuidado. Cuando hablamos de anti envejecimiento la cosa va mucho más allá de creer que nos mantendrá jóvenes y tersos. El resveratrol es un potente antioxidante que detiene y previene el envejecimiento celular. Algo que, a su vez, puede ser determinante para frenar la aparición de determinados tipos de cánceres como el de colon; e, incluso, favorecer la estimulación del sistema inmune, permitir que nuestra musculatura esté tonificada a pesar del paso de los años y que lo hagan, de la misma manera, nuestras venas y arterias.

Es tal el peso del descubrimiento de esta sustancia y sus aplicaciones en la salud que, incluso, se está investigando su papel como freno natural en el avance del Alzheimer.

EL RESVERATROL Y EL VINO

Y entonces llegamos a la pregunta del millón: ¿cuál es su relación con el vino? Pues, dado todo lo que acabamos de ver, sin duda íntima. Y es que este polifenol está presente en cada gota de vino tinto y, por tanto, pasa a formar parte de nuestro organismo cuando disfrutamos de su sabor y personalidad.

Relación entre resveratrol y vino

Pero con la evidencia llega, también, la duda que plantea ese grupo de científicos que le quitan importancia: ¿cuál es la cantidad que un ser humano debe consumir para poder valerse de sus beneficios? Una duda no resuelta, ya que también se plantea una segunda pregunta ligada a la anterior: ¿cuál es la capacidad del cuerpo humano de sintetizar y acumular esta sustancia?

Molécula mágica o no, lo cierto es que el resveratrol abre una puerta más que interesante a la investigación pero, también, a la esperanza. Tan solo hace falta tiempo para desentrañar si, realmente, su eficacia es la que hoy emociona a buena parte de los científicos.