Carlos Serres

¿Cómo calcular cuánto vino necesito para una cena?

Es uno de los quebraderos de cabeza habituales, tanto cuando ejercemos de anfitriones como cuando nos comprometemos a ser los responsables del vino. Y, si encima hablamos de una cena, la cosa se complica mucho más. No es una afirmación a la ligera: habitualmente, el consumo de vino es mayor por la noche. Un aspecto que, lejos de ser secundario, también hemos de contemplar y que suele generar incertidumbre si somos los encargados de que todos los invitados disfruten de los caldos.

Pero la nocturnidad no es el único aspecto a tener en cuenta. También el tipo de menú, los gustos de los invitados e, incluso, la fecha de la celebración. Porque si hablamos de una cena de amigos o familia, la medida del vino puede ser sencilla de calcular. Pero si hablamos de una fecha celebrada, como un cumpleaños o una Nochebuena, nuevamente la cosa se complica. Por si fueran pocas todas estas variables que hemos mencionado, súmenosle una más: la temperatura de la velada. Un factor que no solo determina la cantidad de vino sino, también, la elección de los mismos.

Pero nada de entrar en pánico o llevarnos casa media bodega, desafiando cualquier lógica. Y no porque esta última sea mala idea sino, más bien, porque de no ser rigurosos en cómo se almacena el vino lo más fácil es que no lleguemos a disfrutar de todas ellas. Y dado que tan malo es el defecto como el exceso, veamos algunos consejos para acertar en la cantidad de vino que necesitamos para una cena.

CLAVES PARA ACERTAR CON LA CANTIDAD DE VINO PARA LLEVAR A UNA CENA

De una forma muy sencilla, podemos decir que hay una fórmula «matemática» sencilla para saber cuánto vino llevar a una cena. Simplificándolo mucho, podemos hacer un estimado de cuántas copas puede consumir cada comensal. Si conocemos a los invitados, nos resultará mucho más sencillo ya que es altamente probable que conozcamos los ritmos de cada uno. Si no los conocemos, lo ideal es que calculemos al alza para evitar ese incómodo momento de haber terminado el vino.

Cómo saber la cantidad de vino para llevar a una cena

Por eso, lo ideal es hacer un cálculo sencillo partiendo de la base de que una botella equivale a seis copas de vino. Un número que se establece para la medida más común, de 75 centilitros. Teniendo en cuenta esta cantidad, lo idóneo es calcular tres copas de vino por comensal. Está claro que algunos invitados no llegarán a esa cantidad, pero también que habrá otros que puedan superar el número establecido por cabeza. Tan solo un apunte más importante: es fundamental conocer hasta dónde servir una copa de vino. No solo porque pueda desestabilizar nuestros cálculos. También y sobre todo, para que disfrutemos plenamente de la experiencia que tiene que ofrecernos un caldo.

Pero no: no hemos terminado. Si fuera tan sencillo no sería una de las preocupaciones habituales de quienes quieren honrar una mesa con vino. Veamos, pues, algunos otros aspectos que hemos de tener en cuenta también para no llevarnos una sorpresa desagradable. Unos que, si somos anfitriones, podremos controlar. Y, en caso de no serlo, conviene preguntar.

  • ¿Hay aperitivo previo a la cena? En muchas ocasiones, la antesala de una cena es ese ratito de picoteo y charla que va inevitablemente acompañado de vino. En caso de que haya un aperitivo previo a la cena, es recomendable incrementar el número de botellas de vino. Y no solo eso: también diversificar. Podemos plantearnos contar con vino blanco, vino rosado y vino tinto crianza. De esa manera, podremos reservar los caldos más potentes en cuanto a aromas y sabores para la cena
  • ¿La cena es desenfadada o formal? Curiosamente, en el primer caso el consumo de vino suele ser mayor que en segundo. Nada como saber cuál es el planteamiento del anfitrión para hacer nuestro propio cálculo
  • ¿La cena es en interior o al aire libre? Nuevamente un factor que podría parecernos secundario incide en el consumo de vino. Y sí: el vino es mejor recibido cuando lo disfrutamos en un jardín o una terraza