Carlos Serres

Tipos de botellas de vino

Lejos de ser solo un recipiente, los distintos tipos de botellas de vino son mucho más que eso. Aunque para el común de los amantes de los caldos son un elemento estético que, incluso, puede ser una seña de identidad para un determinado vino; lo cierto es que la forma de una botella encierra una razón de peso que se escapa de lo meramente visual y de la tradición.

Y decimos tradición porque, hasta hace algunas décadas, la forma de una botella de vino era únicamente una pista de su lugar de procedencia. Una manera de identificar visualmente una zona productora sin necesidad de leer su etiqueta. Una particularidad que, a día de hoy, se mantiene (hasta cierto punto) no tanto con la forma de la botella sino, más bien, con el color que se emplea para ellas.

Sin embargo, el papel de la botella de vino ha cambiado sustancialmente con el tiempo desde que comenzaron a utilizarse, allá por el siglo XVII. A día de hoy, este cambio e hincapié en el correcto uso de cada tipo de botella de vino es la respuesta a ese papel activo que tienen estos recipientes en la evolución del caldo.

Y, si el tamaño de la botella e incluso el color inciden en el desarrollo del vino en su interior, no lo hace menos la forma. A pesar de la variedad de ellas, son cinco los tipos de botellas de vino más utilizadas para preservar y evolucionar los caldos.

BOTELLA TIPO BORGOÑA

Tradicionalmente, se considera a esta como el tipo de botellas de vino más antigua que existe. Su diseño es deudor de la producción vinícola de la Borgoña francesa. La principal característica es que su cuerpo cilíndrico es ligeramente más ancho (8 centímetros), con una silueta muy reconocible por sus hombros caídos y una pequeña elevación del cuerpo de la botella con respecto al resto (roza los 29 centímetros). El color más utilizado suele ser el verde (que, incluso, se emplea para envolver a los vinos blancos). Rara vez se encuentra una botella tipo Borgoña en color translúcido y siempre para estos últimos vinos.

BOTELLA TIPO BORDELESA

Es uno de los tipos de botellas de vino más utilizada. Su forma cilíndrica facilita almacenar el vino correctamente (ya que permite apilarlas en posición horizontal). Como su nombre indica, su procedencia es una herencia de la tradición vinícola de Burdeos (una tierra de referencia para nuestras bodegas, que incluso mantiene el estilo de bodega bordelesa). Con una altura y diámetro estandarizados (27,9 centímetros de alto y 7,66 de diámetro), cuenta con un fondo cóncavo y suele ser de color verde (tanto para los vinos tintos como para los blancos), aunque también se utiliza en color blanco para los vinos dulces.

Tipo botella cava o Champagne
Atribución: Botellas Cava

BOTELLA TIPO CAVA O CHAMPAGNE

Una de las botellas más reconocibles y que, de manera tradicional, se ha mantenido en el tiempo (al igual que las anteriores, su diseño procede de la zona francesa de Champagne). Dado el tipo de caldo que encierra, sus paredes son más gruesas que las de una botella de vino al uso (para reforzar el vidrio y no solo preservar el carbónico que encierra hasta el momento de apertura sino, también, facilitar que su apertura no rasgue el cristal). De hombros bajos, su base también encierra otro aspecto característico: una oquedad, que resiste la presión de las burbujas. También es ligeramente más alta (con 30 centímetros de altura) y ancha (casi 9 centímetros de diámetro) que el resto de botellas.

BOTELLA TIPO RHIN

También llamada Renana (procede de la zona vinícola del Rhin alemán). Más allá de las particularidades de su silueta (es una botella esbelta de cuello alargado y con hombros prácticamente inexistentes), se realizaba de manera tradicional en color caramelo aunque en la actualidad suele ser de color verde y con un empleo muy definido: para vinos blancos y rosados.

BOTELLA TIPO JEREZANA

De origen español y característica del envasado de los finos de Jerez y las manzanillas, ganó muchos adeptos hace décadas entre la producción vinícola de Portugal. Con características similares a la botella bordelesa, su principal diferencia con respecto a ella es el ligero abombamiento de su cuello (esa singular parte algo más gruesa de la embocadura de la botella). Su color tradicional es un verde oscuro que bien puede pasar por negro.

Cinco estilos diferentes que, más allá de sus diseños e historias, encierran algo mucho más importante: la capacidad de ayudar a un vino a desplegar todos sus matices.

Una razón de peso para que, lejos de ser más o menos atractivas a la mirada, contemplemos los distintos tipos de botella de vino como lo que son: auténticos guardianes del sabor de un caldo.