Es la madre por derecho de nuestra bodega, un terruño que bien puede considerarse alma de nuestros vinos Criados y de Finca.
Mimada por su suelo y por el clima, nuestra finca El Estanque es un espacio espectacular por su belleza. No solo por el colorido con el que las diferentes variedades de vides dibujan su paisaje sino, también, por la laguna que circunda el terreno y que le da nombre.
Un atractivo que, sumado a las características de su tierra, convierte nuestro viñedo en la niña bonita de Carlos Serres.
UN BUEN VIÑEDO QUE HACE MEJOR BODEGA
La importancia del viñedo para el buen vino no es un descubrimiento reciente. Ya en el Antiguo Egipto existía el conocimiento de que para el mejor vino hacía falta la mejor tierra. Honrando esta antiquísima tradición que se ha perpetuado con el tiempo, este viñedo responde a esa búsqueda de la excelencia para convertir el sabor de su tierra en la mejor bodega.
La finca El Estanque está situada en un lugar privilegiado de los viñedos de Haro: con orientación sudeste, próximo a los márgenes del Ebro y rozando el núcleo urbano. Pero no es su ubicación lo único que la convierte en una auténtica joya. Lo realmente excepcional es mucho más discreto pero vital, y radica en un suelo arcilloso-calcáreo con una elevada presencia de gravas.
Una combinación que convierte este terruño en el ideal para el cultivo de las variedades con las que se elaboran nuestros vinos Criados y de Finca. Tempranillo, Graciano, Mazuelo, Viura y Maturana Tinta componen el paisaje de unas hectáreas mimadas, cosecha tras cosecha.
LAS PARTICULARIDADES DEL VIÑEDO DE CARLOS SERRES
Lejos de ser un viñedo más, bien podría decirse que la Finca El Estanque es si cabe el más singular por su extensión. Sus 60 hectáreas de superficie rompen con la pauta de las dimensiones de los viñedos de La Rioja, marcados por ser mucho más reducidos no solo en la actualidad sino también en aquellos años en que Carlos Serres comenzó su andadura.
Más allá de su tamaño, la Finca El Estanque es además pionera en el uso del sistema de cultivo en espaldera. Un sistema que no solo permite la aireación de todos los racimos de la vid sino que, gracias a esto, ayuda a obtener una mejor maduración y es más respetuoso con el entorno dado que permite una reducción de tratamientos de la vid.
Detalles peculiares de una tierra que marca el sabor de la historia de Carlos Serres. Del pasado pero, también, del presente.
Un terruño del que nacen nuestros vinos de hoy con historia.
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