Carlos Serres

Consejos para iniciarse en la cata de vino

Aprender a catar un vino en profundidad no es tarea de un solo día sino, más bien, de cierto entrenamiento y conocimiento. Un dúo de aspectos al que cabe sumar un paladar dispuesto a querer descubrir los secretos de un determinado caldo. Sin embargo y más allá de que (sin duda) ejercitarse es clave para lograrlo, incluso como principiantes es posible contar con ciertos consejos para iniciarse en la cata de vino que nos ayudarán a comenzar a descubrir este mundo de aromas y matices.

Una manera única, la cata, no solo de saborear más en profundidad la personalidad de un vino sino, además, de poder descubrir todos aquellos rasgos que lo convierten en único. Y no nos confundamos: cuando hablamos de catar, no hablamos solo de buscar los matices y aromas de vinos de calidad.

Además, conocer también el espíritu de caldos más sencillos puede ayudarnos a ejercitarnos para descifrar lo que un vino tiene que ofrecernos.

DECÁLOGO PARA INICIARSE EN LA CATA DE VINO

Para empezar, es importante tener en cuenta que la cata de vino implica una cierta concentración (con vistas a descubrir qué se esconde en el perfume o en el gusto de un caldo) y dejar a un lado nuestros gustos personales para poder ser más objetivos. Además, y como ejercicio para principiantes, es interesante que elaboremos una ficha de cata personal (que podamos contrastar posteriormente con que nos ofrezca una bodega de un determinado vino).

Más que sumergirnos en el arte de la cata en toda su complejidad, veamos un decálogo sencillo de consejos para iniciarse en la cata de vino perfectamente válido, incluso, para el paladar más amateur.

  1. Elegir el momento adecuado: no cualquiera es válido para hacer una cata. Lo ideal es realizarla con el estómago vacío (por ejemplo, un par de horas antes de comer); o bien, una vez que hayamos terminado de hacer la digestión. De esta manera, tendremos tanto la nariz como el paladar despejados de cualquier otro aroma o sabor que nos pueda distorsionar la cata.
  2. La cantidad y la temperatura correctas: para una cata, lo idóneo es llenar un tercio de la copa. De esta manera, podremos balancear el caldo como procede para poder apreciar los aromas. La temperatura es otro factor decisivo para la cata, por lo que es importante conocer qué temperatura necesita cada vino.iniciarse en la cata de vino
  3. La manera de sostener la copa: para evitar influir en la temperatura del vino, siempre procuraremos sostener la copa por la base.
  4. Observación de sus colores: para realizarlo correctamente, lo ideal es elevar la copa a la altura de los ojos y siempre manteniéndola de manera perpendicular. De esta forma, podremos no solo observar sus colores (que nos darán pistas sobre la edad del vino) sino, también, la lágrima (el rastro que deja el caldo sobre el cristal) para conocer su suavidad o rotundidad. Además, es recomendable realizar esta parte de la cata sobre un fondo blanco, para poder observar mejor sus matices de color.
  5. El primer olfateo: la primera carta de presentación de un caldo para nuestro olfato. Sin agitar el vino, acercamos la copa a la nariz para realizar entre dos y tres inspiraciones (siempre lentas y profundas). Así, podremos conocer a priori los perfumes que desprende y tratar de desentrañarlos.
  6. El segundo olfateo: tras rotar suave pero contundentemente el vino en la copa, podremos descubrir algunos de los factores determinantes de su personalidad: su intensidad y su carácter (frutal, floral, amaderado, especiado, etc.) se dejarán notar en este paso de la cata.
  7. Probar: en este paso de la cata, nuestras papilas gustativas entran por primera vez en juego. Para ejecutarlo correctamente, lo idóneo es tomar un pequeño trago de vino y hacer que recorra la cavidad bucal por completo para poder (percibir los sabores del vino).la cata de vino
  8. Escupir: mantendremos el vino en boca, inspirando por la nariz profundamente, antes de escupirlo pasados unos segundos.
  9. Memorizar las sensaciones: catar vino consiste, básicamente, en sentir. Una poderosa razón para que, después de realizar estos pasos de cata, analicemos las sensaciones que nos ha generado un determinado vino para saber identificar su personalidad.
  10. Compartirlas y contrastarlas: sobre todo si somos aficionados, el hecho de poner en común las sensaciones de una cata nos ayudarán a perfilar nuestra capacidad de percepción. Es más: este proceso de comentar nos ayudará a enriquecer nuestra propia percepción, gracias a los comentarios de otros catadores; o a saber entender algunos aspectos de la cata que, quizás, hayamos dejado pasar en una primera cata.

Diez pasos sencillos para quienes quieran comenzar a descubrir los secretos que se esconden en una copa de vino e, incluso, dejarse conquistar por completo por los secretos que podemos descubrir en ella.